domingo, 10 de mayo de 2015

RASTROS OLVIDADOS

Noche lluviosa en Las Vegas. Las gotas de lluvia se mezclaban con las luces del Strip dejando las calles encharcadas. En las afueras se encuentra el cadáver de un hombre rodeado de agua y barro. A la mañana siguiente.

   - El cadáver lo ha encontrado el señor Jenkins hace aproximadamente una hora, cuando el agua empezaba a bajar.- dijo Catherine a Lia mientras hacía fotos del cadáver.
   - ¿Se sabe la hora de la muerte?.- preguntó Lia.
   - Por la temperatura del hígado yo diría entre la 1 y las 3 de la mañana.- dijo David
   -  ¿Lleva documentación?.- preguntó Lia.
   - Si. Se llamaba Nicolas Ferris. Era profesor en el instituto GreenValley.
   -  ¿En el GreenValley? Es uno de los mejores institutos.- se sorprendió Lia.
   - Si, pero al parecer alguien no pensaba que fuera buen profesor.- comentó Catherine.
   - Lia, mira esto.

David le enseñó marcas de quemaduras en brazos y piernas.

   - Le torturaron antes de matarlo.- dedujo Catherine.
   - Eso parece. Pero lo que le mató fueron los cortes paralelos de las venas.- dijo David.
   - Le cortaron las venas para que pareciera un suicidio.- dijo Lia.
   - De acuerdo, ahora recojamos pruebas para encontrar al culpable y saber por qué.- dijo Catherine.

Por otro lado, Greg y Nick estaban en otro escenario.

   - Mujer joven de unos 17 años. Tiene el lado derecho de la cabeza hundido debido a un fuerte traumatismo.- dijo el Doctor Robins.
   - ¿La violaron?.- preguntó Greg.
   -Aún no le he hecho el test pero en cuanto lo tenga te lo envío.
   - Tiene marcas en los antebrazos. La sujetaban con fuerza.- dijo Nick.
   - Recojamos las pruebas y volvamos al laboratorio.- terminó Greg.

Hicieron fotos del cadáver, la habían encontrado en una cuneta a las afueras de la ciudad. Llevaba el traje de animadora del instituto de colores verde y blanco con arañazos y le faltaban trozos de tela. En los brazos se veían las marcas de las manos que la agarraron y arañazos por espalda y piernas debido a que la tiraron de un coche en marcha. Tenía los huesos rotos por todo el cuerpo. Hallaron unas marcas de rodadas en la carretera. Buscaron su documentación pero no la encontraron. Decidieron buscar por las redes sociales trajes de animadora para saber a que instituto pertenecía y poder conocer su identidad.

En la morgue, haciendo la autopsia del primer cadáver encontraron en el cuerpo algo que no esperaban ver al quitarle la ropa.

   - "Pederasta".- leyó Lia en el pecho del profesor.- ¿Qué quiere decir?
   - Que quien haya sido no le gustaba lo que estaba haciendo el señor Ferris.- añadió Catherine.- y tenía que ser cercano.
   - Los cortes en los brazos son limpios y profundos, debieron utilizar cuchillas de barbero.- dijo David.- los restos que había dentro del estomago los he enviado a tóxicos y los de las uñas a ADN. Hodges y Henry podrán deciros mas.
   -Voy yo. Gracias David.- dijo Lia saliendo de la morgue.

Ya en el laboratorio, de camino a tóxicos, Lia vio a Greg frente al ordenador. Pasó por delante de la puerta sin mirarle e intentando fingir que no le había visto. Greg, en cambio, si la vio pasar. Al ver que no le miraba se entristeció. Hacía tres meses que ya no estaban juntos y dos semanas de la vuelta de ella desde Miami. Ella se fue para aclarar sus ideas y no hacerse daño entre ellos al verse todos los días en el laboratorio. Greg se frotó la cara y el pelo con ambas manos para centrarse en la búsqueda del instituto. En ese momento entró Nick.

   - ¿Estás bien, tío?- le preguntó.
   - Si. Solo es cansancio.- miró hacia tóxicos y vio a Lia hablando con Henry.

Nick miró en la misma dirección que Greg miraba y se percató de lo que pasaba.

   - La echas de menos ¿verdad?- dijo Nick posando su mano en el hombro de Greg.
   - No te imaginas cuanto. Me duele cada segundo que la tengo cerca y no puedo tocarla.
   - ¿Y por qué no hablas con ella? Podría cambiar algo.- sugirió Nick.
   - Me evita.- dijo Greg frustrado.
   - Bueno, de eso hablaremos luego. Has encontrado algo?
   - Si, el uniforme es del instituto GreenValley.
   - Perfecto. Vayamos con la foto de la chica a ver que nos pueden decir.- dijo Nick.- Y si fuera tú, hablaría con Lia.

Greg la volvió a mirar pensando en lo que le había dicho Nick. Tenía razón, debía hablar con ella.

Después de hablar con Henry, Lia volvió por donde había ido y esta vez vio a Greg mirándola. Se puso nerviosa y se fue corriendo.

"¿Por qué me miraba? Después de todo lo que pasó... Pensé que podríamos empezar de cero o por lo menos seguir la relación olvidando lo malo y cambiando los dos; pero cuando me contó Hodges que estuvo con otra poco después de irme a Miami con el tío Horatio... No dejo de pensar en él. ¿Qué me pasa? Me mata el simple hecho de pensar que otras pueden estar con él. Basta, es hora de olvidar" pensó de camino a ADN.

"¿Por qué huye de mi? Está muy extraña desde que volvió. Nick tiene razón; tengo que hablar con ella y decirle que aún la quiero. Pero si no me deja acercarme... (Suspira). No sé que hacer... Puede que sea porque estuve con otras mujeres aunque la tuviera en la cabeza, pero ella estuvo también con Wolf, eso debería quedar en paz".

Greg paró en seco y miró hacia ADN antes de entrar a su despacho.

"Luego hablo con ella" pensó.

Nick le comentó a Greg de ir al instituto. Cuando llegaron se encontraron con Lia y Catherine.

   - ¿Qué hacéis aquí?- preguntó Nick.
   - Nuestra víctima es un profesor de aquí así que hemos venido a investigar. ¿Y vosotros?-contestó Catherine.
   - La nuestra es una alumna. Esto no me gusta.- dijo Nick con tono de sospecha.

Lia y Greg no intercambiaron palabras ni miradas en ningún momento. Fueron a hablar con el director.

   - Señor Grimes. Soy Catherine Willows y mis compañeros Stokes, Sanders y Grissom de criminalística. Quisiéramos hacerle unas preguntas sobre el señor Nicolas Ferris.
   - Claro, ¿qué ha pasado?- preguntó el director.
   - Lo han encontrado a las afueras de la ciudad. ¿Qué puede decirnos de él?- preguntó Lia.
   - Era un buen profesor. Enseñaba bien. Aunque había rumores de que mantenía relaciones con una alumna.
   -¿Podemos hablar con ella?- insistió Lia.
   - Podrían, pero hoy no ha venido a clase.- comentó el señor Grimes preocupado.
   - Por casualidad... ¿No será ésta joven?- preguntó Greg enseñándole la foto.
   - Oh Dios mio... Kimberly.- Grimes se tapó la boca entristecido.- Kimberly Wood. Por los rumores estaba sufriendo acoso.
   - ¿Qué tipo de acoso?- preguntó Nick.
   - Mensajes al correo ofensivos y de amenaza, carteles de fotomontajes por los pasillos...
   - ¿Y al señor Ferris?- preguntó Lia.
   - Lo mismo añadiendo ruedas pinchadas, arañazos y pintadas en su coche.
   - Muy bien, si tenemos mas dudas le llamaremos. Hablemos con los alumnos. Gracias señor Grimes.- dijo Catherine.

Interrogaron a todos los alumnos con relación a las víctimas y les tomaron muestras de ADN para comparar con los restos encontrados en ambos cuerpos.

Al compararlos coincidieron con algunos jugadores del equipo de béisbol y fútbol americano. Al volver a interrogarles reconocieron lo que hicieron por inmoralidad del profesor y ella por haberse acostado con todo el instituto y el señor Ferris.

Los jóvenes fueron juzgados y condenados a reformatorio hasta la mayoría de edad y después a cadena perpetua.

Greg se cruzó con Lia en el vestuario antes de salir a casa. "Es la hora". Pensó él.

   - Lia, ¿podemos hablar?
   - Ahora no, estoy cansada. Mejor mañana.- Lia intentó pasar por su lado.
   - Por favor.- La paró mirándola a los ojos.
   - Está bien. Dime.- ella se soltó y cruzó los brazos en el pecho.
   - Aquí no, vamos a mi casa.- propuso Greg.
   - Como quieras.- refunfuñó Lia.

En el coche de camino a casa de Greg no hablaron en todo en todo el camino y Lia miraba pensativa por la ventanilla del copiloto. Greg se cansó de estar en silencio.

   - ¿Estas bien?
   - Si. Solo quiero descansar.- dijo ella sin mirarle.

Al llegar a casa de Greg, Lia entró primero y después él cerrando la puerta tras de sí. Lia se giró frustrada.

   - Bueno, ¿se puede saber qué cojones quie...?- Greg la interrumpió abrazándola.
   - A ti.- la estrechó entre sus brazos y contra su pecho sin dejarla hablar.- No puedo estar mas tiempo sin ti.
   - Me fui, no tardaste en fijarte en otras.-dijo Lia agarrando la camiseta de Greg por la cintura apunto de llorar.- Sé lo que signifiqué para ti.
   - Te quiero.- dijo él llorando.- Nunca he dejado de pensar en ti.
   - Mientes.- dijo ella abrazándole.
   - Nunca te he mentido y nunca lo haría.- le cogió de la cara con ambas manos y la besó apasionadamente.- Intentemoslo una vez mas.

Lia se puso de puntillas para besarle con lágrimas en los ojos.

   - Te quiero, Greg.

Greg la llevó a la habitación en brazos besándola y acariciándola. La tumbó en la cama colocándose encima de ella mientras se quitaban la ropa. El instinto animal se apoderó de ellos cuando empezaron a acariciarse por todo el cuerpo. Lia se movió dejando a Greg debajo de ella para jugar con su pene mientras él le acariciaba el clítoris con la lengua dibujando círculos. Al rato la apartó, la cogió en brazos y apoyándola en la pared empezó a embestirla con fuerza. Ella a cada embestida se aferraba a la espalda de su amado y le arañaba. Cuando Greg empezó a sentir las piernas cansadas, la tumbó de nuevo en la cama sin dejar de penetrarla mientras le acariciaba el cuerpo y la cabeza besándola. De los ojos de Lia brotaban lágrimas de felicidad. Le había echado tanto de  y ahora volvía a ser suyo.

   - Te quiero.-susurró Lia al oído de Greg.

Cuando los dos llegaron al éxtasis y alcanzaron el orgasmo juntos, estuvieron abrazados mirándose y dejándose tiernos besos mientras se sonreían.

   - Lia...- dijo Greg mirándola a los ojos seriamente.
   - ¿Si?- ella se quedó perpleja.
   - Cásate conmigo.

CONTINUARÁ...

miércoles, 19 de noviembre de 2014

UNA FIESTA INOLVIDABLE CAPITULO 3 "SENTIMIENTOS ENCONTRADOS"


Después de los besos y las caricias dulces que se daban antes de empezar el momento de lujuria; Bradley entró corriendo en la habitación de Lia sobresaltando a los chicos.

   - ¡Joder, Bradley! ¿Qué pasa?- dijo Lia.
   - Es Dean... Corre.- Bradley casi no podía respirar.

Dean volvía a casa enfadado por la conversación que acababa de tener con Lia. Entonces pensó.

"Nadie puede entender lo que pienso. ¿Por qué la gente es tan complicada? Estaba mejor solo, cuando nadie me molestaba, con mi música y mis cosas, era todo mas sencillo. Pero... ¿Por qué no me puedo quitar a esa chica de la cabeza? Es una mas; no tendría que estar pensando tanto en ella".

Mientras Dean estaba distraído con sus cosas, recibe un golpe por la espalda muy fuerte en la cabeza mientras escuchaba.

   - ¡Eres un hijo de puta!

Era Kevin, desatado en cólera y con la furia y el rencor en su mirada; empezó a golpear fuertemente a Dean mientras no paraba de decir entre lágrimas y golpes.

   - ¡Es tu culpa! Si no existieras ella todavía estaría viva. No merecía acabar así.

Mientras Dean recibía ese aluvión de golpes que inhabilitaba su visión, empezó a responder con una patada que hizo que Kevin retrocediera y entre las lágrimas de Kevin y la patada recibida por Dean apartó la mirada un momento. Oportunidad que aprovechó Dean para embestirle y tumbarle en el suelo, con la cara amoratada por los golpes recibidos y roja de plena adrenalina, Dean cogió la cabeza de Kevin con una mano y con la otra empezó a propinarle golpes en la cara.

Entre golpe y golpe se escuchaba la leve voz de Kevin pidiendo ayuda, que parara por favor entre sollozos y sangre. En ese instante alguien los separa.

Lia cogió a Kevin y Katy a Dean. Les echó una mirada de odio y rencor.

   - ¡¿Se puede saber en que mierda estabais pensando?!_ gritó Lia muy enfadada.
   - ¡Es culpa de ese cabrón! Si no fuera por él... ¡ Ella seguiría viva!- dijo Kevin entre gritos y sollozos.

Lia entendió todo con las palabras de Kevin. Se giró enfadada hacia Dean y Katy.

   - Vosotros dos. Fuera de mi vista.

Lia se llevó a Kevin a su casa para curarle. Una vez allí, Lia le preguntó.

   - ¿Qué ha pasado, Kevin?
   - Por su culpa, Beth se suicidó por su culpa.- dijo llorando mientras la chica le curaba las heridas.-Le dio falsas esperanzas y cuando los vio salir de la
      habitación del local... No puedo seguir.- se echó a llorar desconsolado.
   - Tranquilo, Kev. Todo pasará. Pero darle una paliza a Dean no va a hacer que ella vuelva. Se que la echas de mucho de menos, yo también, pero debemos ser
       fuertes por ella.

Chris se acercó a ellos y dijo

   - La violencia no es la solución, ¿no te das cuenta que de esta manera estas manchando el recuerdo de Beth?
   - Pero no puede quedar impune. Merece un castigo.- contestó Kevin.
   - ¡¿Qué castigo ni mierdas?! Olvidate de ese gilipollas de una jodida vez.- dijo Lia cabreada.
   - Tranquila, princesa.- dijo Chris poniendo su mano en el hombro de la chica y mirándola a los ojos. Ella enseguida se calmó.

Mientras Kevin se agarraba el pelo de rabia, mirando al suelo y sollozaba, la echó de menos.

En cambio, en casa de Katy.

   - Menuda cara te ha dejado.- dijo la chica colocándole una bolsa de guisantes congelados en la cara.
   - Si, pero yo no me he quedado corto.- dijo Dean quejándose del frío.
   -¿A qué se refería Kevin? ¿De qué te culpaba?.- preguntó Katy extrañada.
   - Me culpa de la muerte de Beth. Yo no sabía nada. Tampoco me interesaba. Solo me importo yo.
   - Ya... Como siempre...- Katy fue a la cocina a por un trapo para suavizar un poco el frío de la bolsa.

Esas palabras le habían dolido. Pensó. "¿Por qué me ha dolido lo que ha dicho? Sé que es un cabrón sin corazón pero...  ¿Por qué me importa tanto lo que me dice? ¿Me estaré enamorando?"

Volvió a la habitación, se apoyó en el marco de la puerta y pensó. "¿Cómo me puede parecer tan guapo? Si tuviera el pelo mas largo, se afeitara esa horrible barba que le hace parecer un lobo. Pero sus labios, me dejan muy excitada; su espalda ancha, me gusta sentirla bajo mis manos... No, Katy... No es tu tipo, es un cerdo, olvidalo"

Dean la miró al darse cuenta. Sus ojos se clavaron como puñales en el corazón de la chica. Katy se sobresaltó.

   - Yo... Eh... Te he traído un trapo para que no te dé tanto frío.- dijo nerviosa dándoselo.
   - Gracias.- dijo el rozando su mano con la de ella.

Con ese simple roce los dos sintieron mariposas en el estómago. Dean cogió de la mano a Katy y la atrajo hacia él propinandole un tierno y cálido beso. Al separarse.

   - Lo siento, no sé en que estaría pensando.

Dean se levantó y se fue dejando a Katy con sus pensamientos y mas excitada que nunca.

Mientras Dean se marchaba ella fue tras el y agarrándolo del hombro le dio la vuelta y dijo:

  - No pasa nada, puedes quedarte yo... Quiero que te quedes
  - No se si es buena idea.- dijo el mientras acercaba su cara a la de ella.
  - Esta noche estoy sola y... Bueno... Nada, da igual.
  - No, dímelo.- dijo Dean rozando sus labios con los de ella.

Ella simplemente sonríe y le da un beso, el la coge a horcajadas y la empotra contra la pared mientras le besa el cuello.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

UNA FIESTA INOLVIDABLE CAPITULO 2: "LO QUE VINO DESPUES"

LIA: "Sentimos la tardanza. Nuestros escritores a penas tenían tiempo para poder continuar. En su nombre y en el del resto de personajes os pido perdón y os agradecemos que sigáis nuestra historia. Y ahora... ¡Continuemos! :3"







La mañana era gris y amenazaba con una gran tormenta. Lia miraba por la ventanilla del coche como llegaban al cementerio. Pudo ver a Chris
Con sus padres hablando con los de Beth. Nada mas salir del coche se encaminó hacia él y le abrazó rompiendo a llorar.

   - No dejes que me ocurra lo mismo.- susurró Lia.

Acudieron la gran mayoría de su curso. Faltaban unas cuantas personas. Lia se acercó a Clea y le preguntó por su hermana.

   - Elisabeth no quiere salir de casa, tiene una depresión de caballo.

Lia abrazó a Clea y volvió donde estaba Chris con Tc, Kevin y los demás.

   - ¿Habéis visto a Dean?
   - No, solo están sus padres.- dijo Tc.
   -Tengo que irme.- dijo Kevin alejándose muy nervioso.

Los chicos vieron como se alejaba con paso rápido y la cabeza baja.
Mary abrazó a su hija para que se tranquilizara.

   - Tranquila, cariño. Papá y yo estamos aquí.
   - Gracias, mamá.- Lia abrazó a su madre dejando escapar las lágrimas.- ¿Dónde mierda está Dean?- gritó.

Por otro lado; lo que nadie sabía es que Dean no estaba en casa llorando. Estaba con Katy

Estaban tumbados en la cama. Katy acariciaba el cuerpo de Dean con la lengua, masajeando los pezones del chico mientras él, simplemente, veía la escena desde arriba con una sonrisa de plena felicidad.

   - Baja, baja, que esto acaba de comenzar.- decía Dean.

Ella empezó a bajar lentamente dejando un reguero de tiernos besos por todo su abdomen mientras le miraba a los ojos con una mirada dulce. Empezó a jugar con su miembro dentro de su boca mientras se masturbaba. Recorrió todo el miembro de abajo arriba hasta la punta y empezó a dibujar círculos en el glande con su lengua. Katy volvió a mirar a Dean fijamente antes de metérsela toda en la boca. Mientras ella le hacía la mamada, Dean puso su mano en la cabeza de la chica para forzar el movimiento.

   - ¿Qué coño te crees que estás haciendo?.- dijo Katy parando en seco lo que estaba haciendo.
   - ¿Qué pasa?.- dijo Dean con cara de perplejidad.
   - ¿Por quién me tomas? No soy una guarra ¿sabes?.- dijo la chica enfadada.
   - ¡Perdona, es lo que dicen por ahí de ti! Pero lo siento si te he ofendido. Veo que no eres como dicen. Dejame compensartelo.

La tumbó en la cama, le dejó un tierno beso en la boca y bajó hacia su entrepierna para lamerla con movimientos rápidos y dulces de la lengua de él. Ella, mientras se acariciaba un pezón, agarró el pelo de Dean y empezó a forzar.

   - Con esto estamos en paz.- dijo con una sonrisa pícara.

Después de un buen rato lamiendola, Dean se colocó encima de ella y empezó a penetrarla con cuidado. Ella se aferró a la fuerte espalda del chico y él empezó a aumentar el ritmo de sus embestidas. Al cabo de un rato, ella se puso encima de él para que el chico descansara un rato. Dean acarició la cintura de Katy mientras ella no dejaba de moverse. Poco después, Dean la cogió en brazos levantándose de la cama y la apoyó contra la pared embistiendola. Cuando empezó a cansarse, volvió a tumbar a Katy en la cama volviendo a la primera posición para después llegar al orgasmo los dos a la vez.

Por otro lado, después del funeral, el padre de Lia se llevó a Chris a parte para hablar con él.

   - Ya puedes tener cuidado con lo que le haces a mi hija. Como le vea derramar una lágrima por ti, tendrás una corbata nueva de por vida.- dijo el hombre moreno, de espalda fuerte y alto.
   -Tranquilo John, nunca haría nada que hiciera daño a tu hija. Es demasiado importante para mi.- contestó el chico firmemente.

Cuando volvieron, Lia le preguntó a Chris.

   - ¿Qué te ha dicho mi padre?
   - Nada cielo, tranquila.- dejó un beso en la frente de la chica.- Luego voy a tu casa.
   - Esta bien.- se despidieron con un beso y entraron en sus respectivos coches.

Ya en casa, Lia se puso ropa cómoda, cogió el teléfono y llamó a Dean.

   - ¿Si?.- contesto el chico serio.
   - ¡Hombre, el desaparecido en combate! ¿Dónde mierda estabas? No te he visto en el funeral.- dijo Lia intentando ocultar su enfado.
   - Estaba... Ocupado

Lia escuchó una voz de chica que reconoció al instante.

   - ¿Estás con Katy? ¿Qué coño haces con esa zorra?.- dijo ella muy enfadada gritando.
   - Calmate, Lia. Además no es como tú piensas.- dijo Dean con tono tranquilo.
   - ¿Que me calme? Mira... Vete a tirartela tranquilo. Adiós.- Lia colgó de golpe.

Tiró el móvil a la cama, cogió una pelota de tenis, se tumbó en la cama y empezó a golpear la pared con ella.

Una hora después sonó el timbre. Lia abrió la puerta y nada mas ver quien era se escuchó un tremendo golpe por toda la casa.

   - Supongo que esto lo merecía.- dijo Dean tocándose la mejilla enrojecida.
   - ¡Claro que si! ¿Qué hacías con esa zorra?
   - ¿Tú que crees? Y no es ninguna zorra.
   - ¡Claro que no! Solo se ha tirado a mas de medio instituto pero no, no lo es.
   - Si la conocieras mas...- Dean fue interrumpido.
   - No tengo intención. Has faltado al funeral por echar un mal polvo.
   - Lia, calmate por favor.- dijo Dean poniendo sus manos en los hombros de la chica para tranquilizarla.

Con mucha calma, Lia se quitó las manos de Dean de encima y habló firmemente.

   - Por mucho que me pidas que la conozca, no lo haré. No quiero ser como ella, y mucho menos después de lo que ha pasado.
   - Veo que no puedo hacer que cambies de idea. Cuando se te pase el enfado, llámame. Hasta luego.- Dean se marchó.

Lia dio un portazo y subió corriendo a su habitación. Se tumbó y volvió a golpear la pared con la pelota. Estuvo un buen rato pensando en lo que le había dicho Dean.

"¿Por qué la defendía tanto?" "Sabe su historial sexual" "Vio, como yo, sus intenciones con Chris. Todos lo vieron. Si no... Casi todos." "¿Y si...? No, no creo... Pero... ¿Se habrá enamorado de ella? Siendo Dean y conociéndolo como lo conozco... Solo existe una posibilidad entre un millón... Y seria mucha casualidad." "Llegarían a cambiarse el uno al otro? Él es frío como el hielo, calculador, no siente por nadie. Es como si le hubiera vendido su alma al mismísimo diablo. En cambio ella... Cada chico que veía intentaba ir a por él. Tendría que ver lo que pasaba ahora..."

Sonó la puerta de nuevo. Se levantó de la cama, bajó las escaleras para abrir. Era Chris. "Por fin una alegría"

   - ¿Estás bien? Tienes mala cara.- dijo el chico asustado.
   - Pasa, ha venido Dean a hablar conmigo.- dijo Lia con la cabeza baja después de darle un tierno beso.

Subieron a la habitación, se tumbaron en la cama. Chris abrazó a Lia para que se calmara y le contara todo.

   - Siendo Dean... Es imposible que se haya enamorado.- dijo Lia para terminar.
   - Tienes razón, cielo. No le des mas vueltas y deja que te tranquilice.

CONTINUARÁ...

TODO QUEDA EN FAMILIA

La noche era oscura y fría, estaban rodeados por docenas de leviatanes. Sam apuntaba con la pistola hacia ellos para mantenerlos a raya;

Dean sujetaba el cuerpo innerte de Bobby con lágrimas en los ojos.


   - Si estuviera aquí Neera nada de esto habría pasado.

Las palabras de Sam hicieron que de los ojos de Dean brotaran más lágrimas de las que ya había derramado.

   - Eso ha sido un golpe muy bajo, hermano.- dijo Dean intentando ocultar el dolor que sentía por la pérdida de Neera y Bobby.

La pistola de Sam era inútil contra esas criaturas pero mientras les mantuviera a salvo no habría problema.

De pronto, Sam se quedó sin munición y todos los leviatanes empezaron a acercarse amenazadoramente hacia ellos. Sam retrocedió hasta la

posición de Dean con Bobby.


Se prepararon para el ataque y de repente una luz cegadora les envolvió y unas manos agarraron a los cazadores y los transportaron a una

habitacion a salvo y lejos de todo peligro.


   - Por suerte seguis vivos. un poco más y esos leviatanes os hubieran matado.

Cuando se giraron vieron a Castiel sentado en un sillón apartado.


   - ¿Nos has salvado tú?- dijo Dean a Castiel.

   - Yo no he hecho nada.- dijo Castiel mirando detrás de Sam y Dean.

   - He sido yo.


Los chicos se giraron y se encontraron con alguien que no esperaban volver a ver.


   - Tú...- la cara de Sam era todo un poema.- habías muerto. Tu cuerpo... No quedaron restos de él.

   - Lo sé... Pero todo tiene un por qué y nada ocurre por casualidad.- dijo Neera acercandose a Bobby y devilviendole la vida.


Dean se acercó a Neera muy despacio y la miró a los ojos por un momento


    - Te veo bien.- dijo Neera sin dejar de mirar a Dean a los ojos.



Dean la miró de arriba abajo. Seguía siendo su ángel, el primer ángel de toda la creación con cuerpo humano y los poderes de ángel. El único

cambio era en su pelo. Tenía el pelo corto y de un color rojo como la sangre. No aguantó las lágrimas en los ojos y la abrazó.



    - Creí que te había perdido.

   - No por muy poco.- Neera se echó a llorar en brazos de su querido Dean.


Llevaban meses sin verse. Los leviatanes destrozaron el cuerpo de Neera y no se explican cómo ha renacido. Pero eso a Dean no le importaba,

volvía a estar a su lado y con eso le bastaba.

Después de tanto tiempo ligando con chicas se dio cuenta de que amaba a ese ángel y con su pérdida abrió los ojos.


   - No quiero interrumpir este momento tan emotivo pero me gustaría saber que coño ha pasado.- dijo Bobby.

Neera y Dean dejaron los abrazos y los llantos para otro momento.


   - Es simple. Después de que los leviatanes acabaran con mi vida, el de arriba no pudo aguantar lo que me habian hecho y me devolvió mi

cuerpo con todos mis poderes aún más fuertes que antes. Por eso ahora, Bobby, he podido devolverte la vida.


   - Pues gracias, Neera. Estoy en deuda contigo.

   - No te preocupes. Tú harías lo mismo por mi y ya has hecho mucho.- Neera esbozó una tímida sonrisa.

   - Bueno. Ahora sólo queda acabar con esos malditos leviatanes.- dijo Dean.- ¿Cómo lo hacemos?

   - De momento debeis descansar. Lo necesitais después de todo lo que habeis pasado. os hemos preparado unas habitaciones para que podais

descansar.- dijo Castiel señalando tres puertas a un lado de la habitación que llevaban a unas habitaciones enormes bien equipadas.


Los cazadores entraron en las habitaciones. En la habitación de Dean, después de darse una ducha, apareció Neera de las sombras cerca de la

cama.

Ella se acercó a Dean por la espalda y le abrazó dejandole un tierno beso.


   - Te he echado tanto de menos.- le dijo apoyando su frente en la fuerte espalda de Dean.

Él se giró entre los brazos de ella para poder abrazarla.


   - Yo también. No te haces idea de lo duro que se me ha hecho el no estar contigo.- la apretó contra su pecho y le dejó un beso en la zabeza.


Neera levantó la mirada para cruzarse con la de Dean y él le dio un cálido beso en los labios.

Dean la cogió en brazos y la tumbó en la cama colocandose encima de la chica besando y acariciando cada milímetro de su cuerpo.

Dejó de besarla en la boca para bajar por todo su cuerpo dando pequeños mordiscos tiernos parando en sus pezones, lamiendolos y

succionandolos con delicadeza. Ella acariciaba el pelo de Dean mientras él iba bajando la cabeza hacia la entrepierna húmeda de ella. Neera se

retorcía de placer mientras Dean le lamía el clítoris con movimientos rápidos y suaves, alternando el ritmo y haciendo que perdiera la cabeza.

Ella levantó la cabeza de Dean para mirarle por un momento.


   - Ahora me toca a mí.- sonrió la chica con picardía.


Lo tumbó en la cama, se colocó encima de él y empezó a bajar hacia el pene de él acariciando su cuerpo con sus manos. Empezó a jugar con el

pene de Dean con su boca y dibujando círculos en la punta con su lengua.


Dean la cogió por sorpresa, la tumbó en la cama, se puso encima de ella y a lo que la iba a penetrar apareció un ángel alto, moreno, fuerte, con

rasgos de lobo y unos ojos verdes que cuando los mirabas podías ver el borque.


    - Vaya... Alparecer he interrumpido algo... Turbio.- dijo Potiel con su tono burlón.


Los dos se sobresaltaron al escuchar a Potiel al otro lado de la habitación saliendo de entre las sombras.


   - ¿Qué quieres, Potiel?.- dijo Neera mientras intentaba taparse con las sábanas.

   - En privado.- dijo Potiel desvaneciendose después de cogerla de la mano.


Aparecieron en la orilla de un lago rodeado por un bosque frondoso y verde. El paisaje era precioso pero no era el momento adecuado para

contemplarlo.


   - ¿Qué ocurre Potiel?- dijo Neera tapandose con la sábana.

   - He venido a prevenirte.- dijo Potiel con voz seria y sombría.

   - ¿Prevenirme? ¿De qué?

   - Primuel te está buscando. Le molestó que te quedaras con tu nombre humano y... Ahora... El hecho de que salvaras a los cazadores ha sido la

gota que colmó el vaso. Y quiero que sepas que yo no estaré ahí para ayudarte. Yo protejo el equilibrio.- dijo Potiel girandose hacia el lago.

   - Entonces... ¿por qué me lo dices?


Potiel se evaporó dejándola sola con sus pensamientos.

Uniel, la única, la defensora de los humanos. Las palabras de su hermano habían creado un vacío en su corazón. Pero no se puede hundir. Debe

seguir adelante protegiendo a la humanidad y ayudando a los Winchester.

Se evaporó y volvió a la habitación con Dean. Él la esperaba en la cama tapado hasta la cintura por la colcha.


   - ¿Quién era?- preguntó Dean.
 
   - Mi hermano.- dijo Neera con voz apagada.

   - ¿Y qué quería?

   - Nada, no te preocupes.- se tumbó en la cama abrazada a Dean sin conciliar el sueño en toda la noche.


A la mañana siguiente cuando Dean se despertó vio que Neera ya estaba despierta y le preguntó.


   - ¿No has dormido?

   - Los ángeles no dormimos.- dijo ella con tono frío.


ya vestida, Neera se levantó de la cama y le dijo a Dean.


   - Quedaos aquí. Yo tengo algo importante que hacer. Lo que tenemos a medias lo continuaremos cuando vuelva.- dijo Neera mirandole por

encima del hombro y se evaporó.


Neera apareció al borde de un acantilado y a lo lejos vio a Potiel meditando.

De la sombra de un árbol apareció Primuel blandiendo una espada muy extraña; se acercó a Potiel mientras Neera gritaba atronadoramente

para advertirle, Primuel le cortó la cabeza a Potiel y Neera juró ver una sonrisa en el rostro de Potiel.

Neera apareció al lado de su hermano muerto llorando. Miró a Primuel y éste dijo riendose.

   - Ahora te toca a ti.

La atacó, Neera lo esquivó u evaporandose con lágrimas en los ojos gritó.


   - ¡Lo pagarás!


Primuel sonriendo empujó a Neera hacia la profundidad del bosque y entre carcajadas se dirigió hacia ella diciendo.

   - Aún no he acabado contigo.


Mientras Neera se levantaba, Primuel se preparaba para asestarle el golpe mortal.

Cuando iba a asestarlo de repente no se pudo mover. Algo lo tenía agarrado.

Neera, dandose cuenta, le arrebató el arma y le hundió la espada en su tráquea haciendo que atravesara su cerebro.


Neera soltó la espada y corrió hacia donde yacía el cuerpo de Potiel en el que se quedó llorando y maldiciendo mientras florecían flores al

rededor de los dos hermanos ante la atenta mirada de un lobo con los ojos tan verdes como si pudieras ver el bosque.






CONTINUARÁ...

UNA FIESTA INOLVIDABLE



Dean la miró de arriba abajo. Seguía siendo su ángel, el primer ángel de toda la creación con cuerpo humano y los poderes de ángel. El único

cambio era en su pelo. Tenía el pelo corto y de un color rojo como la sangre. No aguantó las lágrimas en los ojos y la abrazó.



    - Creí que te había perdido.

   - No por muy poco.- Neera se echó a llorar en brazos de su querido Dean.


Llevaban meses sin verse. Los leviatanes destrozaron el cuerpo de Neera y no se explican cómo ha renacido. Pero eso a Dean no le importaba,

volvía a estar a su lado y con eso le bastaba.

Después de tanto tiempo ligando con chicas se dio cuenta de que amaba a ese ángel y con su pérdida abrió los ojos.


   - No quiero interrumpir este momento tan emotivo pero me gustaría saber que coño ha pasado.- dijo Bobby.

Neera y Dean dejaron los abrazos y los llantos para otro momento.


   - Es simple. Después de que los leviatanes acabaran con mi vida, el de arriba no pudo aguantar lo que me habian hecho y me devolvió mi

cuerpo con todos mis poderes aún más fuertes que antes. Por eso ahora, Bobby, he podido devolverte la vida.


   - Pues gracias, Neera. Estoy en deuda contigo.

   - No te preocupes. Tú harías lo mismo por mi y ya has hecho mucho.- Neera esbozó una tímida sonrisa.

   - Bueno. Ahora sólo queda acabar con esos malditos leviatanes.- dijo Dean.- ¿Cómo lo hacemos?

   - De momento debeis descansar. Lo necesitais después de todo lo que habeis pasado. os hemos preparado unas habitaciones para que podais

descansar.- dijo Castiel señalando tres puertas a un lado de la habitación que llevaban a unas habitaciones enormes bien equipadas.


Los cazadores entraron en las habitaciones. En la habitación de Dean, después de darse una ducha, apareció Neera de las sombras cerca de la

cama.

Ella se acercó a Dean por la espalda y le abrazó dejandole un tierno beso.


   - Te he echado tanto de menos.- le dijo apoyando su frente en la fuerte espalda de Dean.

Él se giró entre los brazos de ella para poder abrazarla.


   - Yo también. No te haces idea de lo duro que se me ha hecho el no estar contigo.- la apretó contra su pecho y le dejó un beso en la zabeza.


Neera levantó la mirada para cruzarse con la de Dean y él le dio un cálido beso en los labios.

Dean la cogió en brazos y la tumbó en la cama colocandose encima de la chica besando y acariciando cada milímetro de su cuerpo.

Dejó de besarla en la boca para bajar por todo su cuerpo dando pequeños mordiscos tiernos parando en sus pezones, lamiendolos y

succionandolos con delicadeza. Ella acariciaba el pelo de Dean mientras él iba bajando la cabeza hacia la entrepierna húmeda de ella. Neera se

retorcía de placer mientras Dean le lamía el clítoris con movimientos rápidos y suaves, alternando el ritmo y haciendo que perdiera la cabeza.

Ella levantó la cabeza de Dean para mirarle por un momento.


   - Ahora me toca a mí.- sonrió la chica con picardía.


Lo tumbó en la cama, se colocó encima de él y empezó a bajar hacia el pene de él acariciando su cuerpo con sus manos. Empezó a jugar con el

pene de Dean con su boca y dibujando círculos en la punta con su lengua.


Dean la cogió por sorpresa, la tumbó en la cama, se puso encima de ella y a lo que la iba a penetrar apareció un ángel alto, moreno, fuerte, con

rasgos de lobo y unos ojos verdes que cuando los mirabas podías ver el borque.


    - Vaya... Alparecer he interrumpido algo... Turbio.- dijo Potiel con su tono burlón.


Los dos se sobresaltaron al escuchar a Potiel al otro lado de la habitación saliendo de entre las sombras.


   - ¿Qué quieres, Potiel?.- dijo Neera mientras intentaba taparse con las sábanas.

   - En privado.- dijo Potiel desvaneciendose después de cogerla de la mano.


Aparecieron en la orilla de un lago rodeado por un bosque frondoso y verde. El paisaje era precioso pero no era el momento adecuado para

contemplarlo.


   - ¿Qué ocurre Potiel?- dijo Neera tapandose con la sábana.

   - He venido a prevenirte.- dijo Potiel con voz seria y sombría.

   - ¿Prevenirme? ¿De qué?

   - Primuel te está buscando. Le molestó que te quedaras con tu nombre humano y... Ahora... El hecho de que salvaras a los cazadores ha sido la

gota que colmó el vaso. Y quiero que sepas que yo no estaré ahí para ayudarte. Yo protejo el equilibrio.- dijo Potiel girandose hacia el lago.

   - Entonces... ¿por qué me lo dices?


Potiel se evaporó dejándola sola con sus pensamientos.

Uniel, la única, la defensora de los humanos. Las palabras de su hermano habían creado un vacío en su corazón. Pero no se puede hundir. Debe

seguir adelante protegiendo a la humanidad y ayudando a los Winchester.

Se evaporó y volvió a la habitación con Dean. Él la esperaba en la cama tapado hasta la cintura por la colcha.


   - ¿Quién era?- preguntó Dean.
 
   - Mi hermano.- dijo Neera con voz apagada.

   - ¿Y qué quería?

   - Nada, no te preocupes.- se tumbó en la cama abrazada a Dean sin conciliar el sueño en toda la noche.


A la mañana siguiente cuando Dean se despertó vio que Neera ya estaba despierta y le preguntó.


   - ¿No has dormido?

   - Los ángeles no dormimos.- dijo ella con tono frío.


ya vestida, Neera se levantó de la cama y le dijo a Dean.


   - Quedaos aquí. Yo tengo algo importante que hacer. Lo que tenemos a medias lo continuaremos cuando vuelva.- dijo Neera mirandole por

encima del hombro y se evaporó.


Neera apareció al borde de un acantilado y a lo lejos vio a Potiel meditando.

De la sombra de un árbol apareció Primuel blandiendo una espada muy extraña; se acercó a Potiel mientras Neera gritaba atronadoramente

para advertirle, Primuel le cortó la cabeza a Potiel y Neera juró ver una sonrisa en el rostro de Potiel.

Neera apareció al lado de su hermano muerto llorando. Miró a Primuel y éste dijo riendose.

   - Ahora te toca a ti.

La atacó, Neera lo esquivó u evaporandose con lágrimas en los ojos gritó.


   - ¡Lo pagarás!


Primuel sonriendo empujó a Neera hacia la profundidad del bosque y entre carcajadas se dirigió hacia ella diciendo.

   - Aún no he acabado contigo.


Mientras Neera se levantaba, Primuel se preparaba para asestarle el golpe mortal.

Cuando iba a asestarlo de repente no se pudo mover. Algo lo tenía agarrado.

Neera, dandose cuenta, le arrebató el arma y le hundió la espada en su tráquea haciendo que atravesara su cerebro.


Neera soltó la espada y corrió hacia donde yacía el cuerpo de Potiel en el que se quedó llorando y maldiciendo mientras florecían flores al

rededor de los dos hermanos ante la atenta mirada de un lobo con los ojos tan verdes como si pudieras ver el bosque.






CONTINUARÁ...














Nana & Cristian

Publicado por Nana Phantom en 10:01 No hay comentarios:

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lunes, 15 de julio de 2013

UNA FIESTA INOLVIDABLE

Era una noche de verano.Había luna llena e iluminaba todo el campo que alcanzaba la vista.
Lia se despertó al sentir una mano en el hombro y cuando se giró se encontró con unos ojos verdes
que desprendían calor, fuerza y deseo.

Ver esos ojos le hacía sentir tan bien. Le inspiraban tranquilidad, dulzura y ganas de besar los
labios que estaban debajo.

Ella, aún adormilada, escuchó la dulce voz de Chris diciendo "te quiero" y sintió los labios húmedos
de él en los suyos. Le agarró el pelo para que no se separara. No quería que ese beso terminara nunca.

Chris le empezó a tocar por todo el cuerpo. Dejó de besarle en la boca para dejar un reguero de besos por todo su cuerpo mientras bajaba

la mano lentamente hacia su entrepierna. Ella le agarró el miembro y empezó a subir y bajar la mano.

Cuando Chris le iba a penetrar sonó la alarma del despertador. ¡Mierda! Había sido un sueño. Mientras se estaba arreglando para ir a clase

estaba pensando en ese sueño.No se lo podía sacar de la cabeza como tampoco podía contárselo a sus amigas.

Al llegar al instituto se puso a hablar con sus amigas y yendo hacia clase se encontró con Chris de frente. Lia se puso roja como un tomate y se

quedó mirando al suelo y rayada.

A mitad de mañana no aguantó más y se tuvo que ir al baño. Estuvo un buen rato llorando hasta que escuchó una voz que le sonaba muchísimo.

Al abrir la puerta se encontró con esos ojos verdes con los que había soñado.


   - ¿Estás bien? - dijo Chris.
   - Si, gracias. No es nada.- dijo Lia enjugándose las lágrimas.
   - ¿Seguro? Si necesitas hablar puedes contar conmigo, Lia.

<<Ojalá pudiera decirte todo lo que pasa por mi cabeza>> pensó pero sólo dijo:


   - Gracias, Chris. Me vuelvo a clase.
   - Está bien.


El resto de la mañana la pasó pensando en él. Ese chico es un cielo. Se había preocupado por ella; él que ella tanto amaba y deseaba con toda su

alma, le había ofrecido desahogo y consuelo. Físicamente era guapísimo; pelo negro,corto, peinado en una cresta, ojos verdes claros atenuados

con sombra negra en los párpados por su estilo gótico, labios carnosos y una sonrisa que cautivaba a cualquiera.


Pero no sólo le gustaba por su físico,sino por como es. Un chico alocado que le gusta vivir la vida a su manera haciendo música, simpático,

agradable, le hace reír y tiene un corazón que no le cabe en el pecho.


Se conocían desde la guardería; sus madres, cuando eran pequeños, decían que, de mayores, deberían acabar juntos. Lia no se empezó a fijar en

él hasta que empezaron el instituto; y de eso hace ya tres años, cuando empezó a tener ese tipo de sueños como el de aquella noche.

Pasaron los días, cada noche los sueños que tenía eran más vívidos y más intensos, como si realmente no fueran sueños, como si fueran reales.


Un día,Chris estaba hablando con su mejor amigo Tc en el patio del recreo cuando apareció Lia con sus amigas. Ellos se acercaron a saludar y

Chris le preguntó cómo estaba, ella le contestó que bien con una sonrisa, pero Chris no se lo creía.


Cuando las chicas ya estaban lo suficientemente alejadas de donde estaban ellos, Tc empezó a interrogarle.


   - ¿Te pasa algo, Chris?
   - No, ¿por qué?
   - Estás muy callado desde que se han ido.
   - Ya, bueno. No me lo tengas en cuenta, lo siento.
   - A ti te gusta Lia ¿verdad?
   - ¿Qué? ¿Cómo? ¿De dónde has sacado eso, Tc?
   - No sé. Por tu forma de mirarla, te preocupas por ella.
   - Si. La verdad es que si. Me gusta desde hace tiempo.
   - ¡Te lo tenías bien callado!
   - Lo sé.
   - ¿Has pensado en pedirle salir?
   - Si, pero tengo miedo de que me diga que no. Pero mas miedo me da perder su amistad.
   - O también te puede decir que si y estáis juntos y espero que será durante mucho tiempo.
   - No lo sé, Tc, estoy muy confundido.
   - Si no lo haces tú, lo haré yo por ti.
   - No. Lo haré yo cuando esté preparado.
   - Pues date prisa, amigo.
   - Lo haré.


En ese mismo momento. Cuando Lia estaba con sus amigas.

Rachel cogió de la mano a Lia y mientras paseaban por el patio del recreo, Rachel preguntó:


   - ¿Qué está pasando por tu cabeza?
   - ¿Por qué tendría que pasarme algo?
   - No sé, será porque no estás como siempre. Con tu sonrisa, tus frases graciosas...¿Qué te pasa? - insistió
     Rachel.
   - No es nada. En serio.- y le sonrió
   - No te creo. ¿Es por Chris?
   - ¿Por qué lo dices?
   - A penas hablas con él, te cambia la cara cuando lo ves alejarse y se te ilumina la mirada cuando hablas
     con él.
   - Bueno... Hace mucho tiempo que me gusta y llevo soñando con él desde que empezamos el instituto.
   - ¿En serio?
   - Si. Cada día sueño con él y parecen tan reales que me cuesta mucho distinguir el sueño de la realidad.
   - Díselo a él.
   - ¿Estás loca? ¡No puedo!
   - ¿Por qué?
   - Porque no quiero perder su amistad.
   - ¡No vas a perder su amistad por eso!
   - Quien sabe... Si se lo cuento igual me toma por loca y pierdo su amistad.
   - Ya. Y a ti te vendría bien saber que es lo que siente por ti.
   - ¡Ni se te ocurra hacer nada, Rachel, que nos conocemos!
   - Ha, ha, ha. Cállate.- dijo Rachel riéndose.



De camino a clase, se encontró de frente con Chris, pero por detrás le llamaba otra voz que corría hacia ella:

   - ¡Lia! -dijo Sam- ¿Salimos después de clase?
   - ¡Claro!
   - ¡Genial! A la salida te espero.

Y se alejó después de haberle dejado un beso en la mejilla.

Sam es un chico super dulce. Alto, moreno, pelo de punta y corto y ojos azules. Tocaba el bajo genial y por
eso estaba en su grupo de música.

Chris vio toda la escena entre Lia y Sam justo en el momento en el que se iba a declarar, pero al ver eso se echó atrás, se dio media vuelta y entró

en clase con mala cara.

Él no podía dejar de pensar en ella. En sus ojos oscuros y brillantes, en su pelo corto y oscuro, y sobre todo, su voz. Cuando canta, él se olvida de

todo lo que le rodea; es como si solo existieran ellos dos mientras ella canta sus canciones con su dulce voz.


Al rato, Lia entró por la puerta de la clase, pasó por su lado para ir a su mesa y ella le dedicó su mejor sonrisa. Él solo pudo responderla con una

sonrisa forzada por la rayada que tenía en la cabeza.

Mientras estaban en clase, se pusieron a hablar por notas:

    - ¿Estás bien? - escribió Lia
    - Si, ¿por qué?
    - No sé... Estás raro. ¿Seguro que no te pasa nada? - insistió.
    - Si, tranquila. Si me pasara algo ya te lo habría dicho.

Chris se giró y ella le sonrió.


Al terminar las clases, Lia y Sam se fueron a la bolera a pasar la tarde. Sam intentaba hacerla reír pero como no lo consiguió decidió preguntarle:

    - ¿Va todo bien?
    - Si, ¿por qué?
    - ¿Estás segura? Te noto que no tienes la cabeza en la tierra.
    - Tranquilo, no es nada.- Lia sonrió
    - Es por Chris ¿verdad? - dijo Sam lanzando la bola.
    - ¿Qué? ¿Cómo sabes eso?
    - No hace falta ser un genio para darse cuenta de las chispas que salen cuando estáis juntos.

Lia se quedó callada mirando al suelo. Sam se giró, fue hacia ella, se agachó, le cogió de las manos y le dijo:

    - Si yo fuera tú, se lo diría la próxima vez que lo viera.
    - Pero no es tan fácil, Sam.
    - Lo sé. Sé que tenéis mucha amistad los dos; pero también se que el que no arriesga no gana.

Lia agachó la cabeza para pensar por un momento en lo que Sam le había dicho. Levantó la cabeza y le respondió:

    - Está bien. - sonrió, se levantó, se puso a jugar e hizo pleno.


Chris estaba en su casa frente a la pantalla del ordenador desquiciado porque Lia se había ido con Sam toda
la tarde. Como no pudo aguantar más se fue a dar una vuelta.

Pasó por la plaza donde solían encontrarse las amigas de ella y los amigos de él, pero solo se encontró con Rachel, Janece, Ashley, Jacob, Uriel,

James y Salva, Les saludó.


   CHRIS: ¿Qué hay, chicos?

   JAMES: No mucho, la verdad.

   URIEL: ¿va todo bien, Chris?

   CHRIS: Si, tranquilo.

   JANECE: ¿Sabes dónde está Lia?

   CHRIS: Si, se ha ido con Sam después de clase. Dónde ya no lo sé

   JACOB: A ti te pasa algo, tio.

   CHRIS: ¡Que va!

   SALVA: ¡Hombre que no! Se te nota a la legua.

   CHRIS: ¿Qué dices,enano? ¡Que no!

   SALVA: ¡Ya estamos! Como Salva es el más bajito se imagina cosas. Pues igual lo que me imagino no es tan imaginario como piensas.

   ASHLEY: A ti te gusta Lia ¿verdad, Chris?

   CHRIS: ¿Tanto se me nota?

   TODOS: Si.


¡Toma hachazo! A estos chicos no se les escapa nada.


Llegada la noche, Lia encendió su ordenador y empezó una multiconversación con todos sus amigos en la misma ventana. Increíblemente nadie

se dio cuenta de que ella estaba ahí y todos hablaban del mismo tema. Sobre ella y Chris. Por suerte, Chris no estaba conectado esa noche.

Ya se cansó de leer y al fin habló:

 
     LIA: Hola familia.

     LEX: ¡Lia! ¿Cuánto tiempo llevas conectada?

     LIA: Lo suficiente para leer todo lo que habéis puesto.

     CURT: Oye, Lia, si hemos dicho algo que te haya molestado perdónanos, que no lo hemos hecho con            mala intención.

     LIA: Tranquilo. No pasa nada. Es más me ha hecho gracia la verdad.

     JOE: ¿Qué tal la tarde con Sam?

     LIA: Bien. La verdad, no esperaba que fuera tan profundo.

     JESSE: ¿Te liaste con Sam?
   
     LIA: ¡No! Simplemente estuvimos hablando y me dijo cosas que realmente me han ayudado con, justamente, lo que estabais hablando.

     GREG: ¡Vamos, Lia! No te des mal. Este finde montamos una fiesta monumental y te olvidas de todo lo            demás.

     ANGY: Si hay fiesta ¡me apunto!

     LIA: ¡Genial! ¿Dónde la montamos?

     LEONARD: ¿Y si la hacemos en el local?

     DREW: ¡Buena idea! Tc ¿tú qué opinas?

     TC: Por mi genial.

     TAYLER: ¡Si! Con buena música, comida, bebida, los amigos de siempre.

     KEVIN: Y con alguna videoconsola para no aburrirnos

     KYLE: Kev. Si vamos a beber... ¿Cómo jugaremos si no podremos tenernos ni en pie?

     KEVIN: ¡Pues es verdad! Que ideas más tontas tengo he, he,he.

     LIA: ¡Ya te vale tío! Tienes unas ideas de bombero...

     KEVIN: Ha, ha, ha. Tampoco es para tanto.

     DEAN: Bueno, pues entonces el sábado por la noche fiesta en el local. Por cierto, Lia tenemos que hablar.

     LIA: Cuando quieras tio. Por cierto, ¿alguien avisará a Chris?

     DRAKE: Yo lo haré. Además así podréis hablar tranquilamente.

     LIA: Bien. Mañana os veo a todos en clase. Un beso, os quiero.

     TODOS: ¡Hasta mañana!


A los cinco minutos de desconectarse Lia, Chris encendió el ordenador y enseguida le hablaron Chuck y Drake.



     DRAKE: ¡Hey, Chris! ¿Cómo va eso?

     CHRIS: Tirando, como siempre. ¿Y vosotros?

     DRAKE: No vamos mal :D

     CHUCK: Sin novedad. Bueno si, hay una.

     CHRIS: ¿Ah si? ¿Cuál?

     DRAKE: Los de clase están organizando una fiesta para el sábado. Vente tio, va a estar Lia.

     CHRIS: No tengo ganas de fiestas.

     DRAKE: ¡Oh, vamos! Vente,tio. Además necesitas hablar con ella.

     CHRIS: ¡Para qué? ¿Para que me diga que no, que está saliendo con Sam y perderle? No, gracias.

     CHUCK: Tío. Lia ahora no está saliendo con nadie y por lo que he oído le gustas.

     CHRIS: No lo creo.

     DRAKE: Bueno, pues hacemos una cosa: Vienes a la fiesta, hablas con ella y si mentimos hacemos lo que tú quieras ¿vale?

     CHRIS: Vale, cabrones.


A la mañana siguiente, Lia se encontró con Dean y Leire en la puerta del instituto.

     - Buenos días, prima.- dijo Leire.

     - ¡Hola chicos! ¿Qué tal?- contestó Lia.

     - Bien, como siempre. - sonrió Leire

     - Me alegro, prima. ¿De qué querías hablar, Dean?

     - A ver, ¿qué te pasa con Chris?

     - Nada.- dijo Lia muy seria.

     - No me mientas enana. Sé que te pasa algo.

     - Es por lo de Chris. Lia está muy pillada de él y no sabe cómo decírselo.- dijo Leire anticipándose.

     - ¡Mira que eres tonta, Lia!- dijo Dean- Lo que vas a hacer el día de la fiesta es ir a Chris y le vas a        decir todo. ¿Queda claro?

     - Si, si.- dijo Lia- Das miedo cuando te pones así

     - Bah, a mi no me da miedo.- dijo Leire.

 Dean se puso enfrente de ella con cara de enfado.

     - Vale, si que me das miedo.- dijo Leire

     - Así me gusta.- contestó Dean con una sonrisa picarona.


Empezó a llegar gente. De sus amigos aparecieron Drake, Tc y Chris. Estuvieron hablando de la fiesta que querían hacer para el sábado. Lo que

iban a comprar, el dinero que tenían que juntar para ello y empezar a decorar el local ya que el tiempo corre en su contra.

Chris y Lia no cambiaron ninguna palabra, ni siquiera se miraron. Lia sabía que le pasaba algo a él pero no quería preguntarle por no hacerse

daño a ella y menos a él.

Ya en clase pidieron el dinero a todos los que querían ir. Poco a poco iban reuniendo el dinero de modo que transcurría la mañana.

En el patio de recreo, Charlie abordó a su hermana, Lia.

     - Ya me he enterado de la fiesta del sábado. ¿Cuándo pensabas decírmelo?

     - ¡Oh! Lo siento hermano. Pensaba decírtelo pero... He estado pensando en otras cosas.

     - ¿Cómo Chris, por ejemplo?

Lia le miró anonadada como diciendo <<pero ¿qué?>> y al momento le contestó.


     - ¿Cómo sabes eso?

     - Ehm... ¿Te recuerdo que salimos con el mismo grupo de amigos? Además, se te nota mucho.

     - Sigue soñando hermanito.

     - ¡Oye de hermanito nada que nací 10 minutos antes que tú!

     - ¡Vale, vale! ¡No me pegues, hombretón!


Lia se quedó mirando fijamente todas las facciones y detalles de su hermano. Pelo largo hasta los hombros, rizado y moreno, ojos oscuros,

barba de un par de días, delgado y media cabeza más alto que ella. Divertido, atento, cariñoso, amable... Para ser su hermano es genial. Aunque

a veces discutían son inseparables.

     - ¿Qué miras?- dijo Charlie.

     - ¿No puedo admirar a mi hermano mellizo?

     - Sí, pero no con esa cara de idiota que se te ha puesto.

     - Imbécil.- dijo Lia riéndose.


De repente alguien abordó a Lia por la espalda.

     - ¿Quién soy?- dijo una voz.

¡Uy! Esa voz le sonaba. Sólo puede haber alguien con esa dulce voz.


     - Sólo hay una persona con una voz tan dulce. Mi rubio de ojos claros. ¡Mi Lex!- dijo Lia girándose para        darle un gran abrazo a su buen

amigo.

     - ¿Cómo estás, cariño?- dijo Lex.

     - Bien, la verdad. Oye ¿vendrás a la fiesta del sábado?

     - ¡Claro! Toma el dinero.- dijo depositando 5 dólares en la mano de Lia.

     - ¡Genial! Me voy a seguir reuniendo el dinero.

     - Me parece bien. ¿Has hablado con Chris?

     - No. Hoy le he visto como... distante... Pero no le he querido preguntar.

     - Vale. Ya hablaremos nena.

     - ¡Hasta luego!- dijo Lia echándose a correr.

Mientras atravesaba corriendo el patio del recreo, vio a lo lejos a un chico alto, moreno con patillas, haciendo el loco como siempre.


     - ¡Hola,Curt!

     - ¡Hey! ¿Qué pasa, Lia?

     - ¿Vendrás a la fiesta del sábado?

     - ¡Claro que si! Toma mi parte y la de Chuck.

     - Vale, nos vemos luego.


Entró corriendo por los pasillos del instituto y al girar una esquina chocó contra Chris y cayó al suelo.

     - ¿Estás bien?- dijo Chris tendiendole la mano para ayudarla a levantarse.

     - Si, gracias.- se levantó, miró a Chris y dijo- al parecer mejor que tú.¿ocurre algo?

     - No, nada. Toma mi parte para la fiesta.

Él le dio el dinero y a lo que se iba a marchar Lia le agarró del brazo.

     - Espera.- Chris se giró hacia ella y ella continuó- Sabes que si necesitas algo puedes contar conmigo        ¿verdad?

Chris suspiró, le acarició la cara y le dijo con una sonrisa en la boca.

     - Lo sé.- le dejó un beso en la frente y se marchó.

Lia siguió por el pasillo y en una de las ventanas estaba un chico alto con el pelo corto y de punta fumando un porro y junto a él otro chico de la

misma altura más o menos pero no fumaba.


     - Ya te vale, Greg. Si te pillan fumando aquí se te cae el pelo.

     - Tranquila que cuando me pillen lo sabrás la primera.- dijo Greg.

     - Cuando te pillen me reiré. Por cierto, ¿teneis el dinero?

     - Si, toma. Mi parte y la de Greg.- dijo Dean.

     - De acuerdo. ¿Vendrás esta tarde al local para preparar lo del sábado?

     - Si, claro. Así ganaremos tiempo ya que sólo nos quedan dos días.

     - ¡Dios! ¿Ya ha pasado tanto tiempo?

     - Si. Y ya te puedes ir preparando que el sábado tienes una charla con Chris.

     - Ya lo sé. No me lo recuerdes.- y siguió su camino dejando a Greg y a Dean en la ventana.

Por fin se encontró con Salva y James para poder pedirles el dinero de la fiesta.


     - Hola chicos. ¿Lleváis el dinero para la fiesta?

     - Si, claro.Toma, 5 de Salva y 5 míos.- dijo James.

     - Genial. Así ya termino de recoger el dinero y esta tarde ya pillamos todo.

     - ¿Cuánta gente falta para poner el dinero?- dijo Salva.

     - No muchos. Ahora enseguida terminaré- sonrió Lia hacia sus amigos y se fue.


Volvió al patio del recreo y se encontro con Jesse, Kevin, Janece, Ashley, Jacob, Leire, Joe, Eric, Leonard, Angy, Sam, Uriel, Rachel, Tc, Drake,, Kyle,

Tayler, Drew, Beth, Elisabeth,Tom y Yu todos reunidos hablando.

<<¡Qué bien! ¡Por fin me lo ponen fácil!>> pensó mientras caminaba hacia ellos.

     - ¡Hola! Estoy reuniendo el dinero para coger las cosas para el sábado. ¿Tenéis el dinero aquí?

     - Si, claro. Toma. ¿Falta alguien más por entregarte el dinero?- preguntó Jacob a Lia mientras el resto        le entregaban el dinero.

     - No, solo faltabais vosotros. Así ya esta tarde iremos Dean, Charlie y yo a comprar todo y al local a        preparar la fiesta.

Todos empezaron a gritar y a aplaudir de alegría al oír las últimas palabras de Lia.

Ya en clase, Lia hizo la lista con lo que tenían que comprar. Pero al hacer el recuento se dio cuenta de que tendrían que ir a comprarlo todo en dos

días. No le importó. Ella sabía que lo prepararían a tiempo. Confiaba en ello y si ella lo cree así es que se puede hacer.

Al acabar las clases, Lia, Charlie y Dean se fueron al local para ir a prepararlo todo para la fiesta. Colgaron las pancartas con dibujos, tiras de

serpentina, bolsas de confetti para que al tirar de una cinta cayera del techo, botellas de alcohol de todo tipo, refrescos para mezclar, vasos de

todos los tamaños, desde vasos de litro hasta vasos de chupito. Al acabar dijeron que los que quisieran traer algo más que lo hicieran mañana;

de todas formas lo avisarían en clase el viernes.

Al día siguiente en clase, contaban las horas y minutos para que llegara el día de la fiesta.

Lia recibió una nota de Greg que ponía:

     - ¿Puedo llevar marihuana y algo más para la fiesta?

     - Si, claro. Pero sin pasarte. Esta tarde vienes conmigo al local y lo dejas allí para el sábado.

     - Vale, cuanto antes mejor.


Ya por la tarde, al salir del supermercado, Lia y Greg fueron a dejar lo que no pudieron comprar el día anterior.

En el local, Greg fue a un cajón y metió unas bolsas con marihuana y otras con una sustancia blanca, pero esas bolsas eran más pequeñas.

     - ¿Qué es eso?- preguntó Lia.

     - Nada, una pequeña alegría para todos los que nos gusta colocarnos.- se giró hacia Lia y le guiñó un        ojo.

     - Vale, pero ¿qué es?- preguntó Lia ya enfadándose.

     - Hay tres tipos: crack, heroína y cocaína. Para quien le guste más. Eso si, sin mezclarlos o los        resultados de la fiesta podrían ser fatales.

     - Bueno, solo os vais a poder colocar unas pocas personas así que no hay problema.

     - ¡Genial! Pues mañana por la noche lo avisaré antes de empezar.


Por la noche, estando Lia en casa tirada en la cama leyendo, recibió una llamada de su amiga Elisabeth.

     - Hola, Lia ¿qué tal?

     - Bien ¿y tú?

     - Bien. Oye ¿qué hay para la fiesta? Digo de beber, música... Ya me entiendes.

     - Bastante alcohol y refrescos para mezclar, Greg ha llevado marihuana y algo más.

     - Ese algo más no me suena muy bien. ¿Qué ha llevado?

     - Droga.- dijo Lia.

     - ¿Qué tipo de droga?- preguntó Elisabeth preocupada.
 
     - Exactamente crack, heroína y cocaína. Eso si, los que se vayan a colocar no deberan mezclar o        tendríamos grandes problemas.

     - ¡Pero éste chico está loco!

     - Ya pero...Avisará a los que vayan a consumir.

     - Algo me dice que va a pasar algo en la fiesta...- dijo Elisabeth con tono distante.

     - Tranquila, Saldrá todo bien. Hablamos mañana.

     - Vale si quieres quedamos por la tarde para arreglarnos un poco y así hablamos.

     - Vale. Pásate por mi casa por la tarde.

     - De acuerdo. Oye ¿puede venir mi hermana también a la fiesta?

     - No hay problema, pero también tendrá que pagar los 5 dolares.

     - Vale, pues entonces mañana nos vemos. Un beso, Lia.

     - Hasta mañana Lisa.- las dos chicas colgaron



Lia se metió en la cama y enseguida se quedó dormida. Volvió a soñar lo mismo de cada noche. El campo con el cielo estrellando, Chris besándola,

tocandola, diciendole que la quiere y que no puede vivir sin ella.



A la mañana siguiente se levantó sudando y con los ojos llenos de lágrimas. Cada mañana se levantaba de la cama pensando en la misma

pregunta:<<¿Cuándo acabarían esos sueños?>>. Sabía perfectamente la respuesta: Cuando se declare a Chris.



Pasó desde por la mañana hasta por la tarde que aparecieron Elisabeth y Clea en su casa intentando decidir cómo le expresaría sus sentimientos

a Chris.


Mientras las chicas se arreglaban, Lia recibió una llamada de su amigo Cloud.


     - Hola Lia. Me he enterado de que organizas una fiesta para esta noche.

     - Si. ¿Quieres venir?

     - ¡Claro! Oye ¿pueden venir Lazard, Zack y Beck conmigo?

     - Si, claro. Pero tenéis que poner 5 dolares. O mejor entre los cuatro poned 5 dolares cada uno y coged        algo para la fiesta. Lo que queráis.

     - Vale, de acuerdo. Yo si quieres puedo pinchar unos temas míos, si se me permite.

     - Genial. Luego nos vemos. ¡Adiós!

     - ¡Hasta luego!- los dos colgaron.



Lia acabó antes que Elisabeth y Clea en arreglarse así que encendió el ordenador, vio que Chris estaba conectado y empezó a hablar con él.

De repente alguien abrió la puerta.


     - ¡Lia!

     - ¿Qué pasa, Bradley? ¿Por qué gritas?

     - Montas una fiesta ¿y no me dices nada?

     - Vale. Pues te lo digo ahora. Organizo una fiesta con los de clase. ¿Te apuntas?

     - ¡Vale!

     - Bien. Tienes dos opciones. Primera, darme 5 dolares y segunda, traer tú lo que quieras.

     - Me quedo con la segunda.

     - Vale. Pues ve a comprar y luego lo llevas al local.


Bradley salió de la habitación. Es su hermano dos años mayor que ella y Charlie. Alto, rubio, ojos azules y todas las amigas de Lia estaban

enamoradas de él

Volviendo a la conversación de Chris y ella.


     - Bueno... Ya solo quedan un par de horas para estar todos juntos.- escribió Lia.

     - Si. Lia tengo algo importante que decirte.

     - De acuerdo, dime. ¿Qué ocurre?

     - Por aquí no. Te lo diré en el local.

     - Está bien. Luego nos vemos. ¡Hasta luego, Chris!

     - Hasta luego Lia.


Justo después de terminar la conversación, Lia escuchó una voz detrás de ella.


     - Estás enamorada de Chris ¿verdad?- dijo Clea-

     - Si. ¿Tanto se me nota?

     - La verdad es que bastante. ¿Has hablado con él?

     - Aún no.- dijo Lia mirando al suelo.

     - Entonces ¿a qué esperas?

     - A que llegue esta noche para poder decirselo. Pero él quiere hablar conmigo y me da mal presentimiento.

     - Tranquila, seguro que es de lo mismo.


Lia levantó la cabeza y sonrió a su amiga morena de ojos verdes.


      - Gracias Clea.- y la abrazó

      - ¡Hey! Yo también quiero un abrazo.- y se unió a ellas Elisabeth.


Empezó a anochecer y fueron llegando gente al local para poder empezar la fiesta. Desde la distancia se escuchaban las voces de todos sus

amigos y enseguida, entre un grupo de chicos, reconoció a Chris.

Estaba guapísimo. Vestía un pantalón pitillo negro muy ceñido, camisa de botones con los botones de arriba desabrochados dejando entrever su

pecho.Calzaba unas zapatillas converse negras y blancas


Elisabeth le dijo:



      - Ahí está Chris. Y esta expectacular.

      - No puedo hablar con él. Estoy temblando.


Álguien le pegó en la nuca.


      - Claro que puedes, idiota.- le dijo Dean- En cuanto llegue, cógelo a solas.

      - Vale.- dijo Lia con un suspiro.



Entraron todos en el local y empezaron a beber y a bailar. Chris tuvo que tumbarse en un sofá por todo lo que bebió y se tapó los ojos con el

brazo porque empezaba a rayarse. De pronto se puso una chica encima de él y empezó a besarle por el cuello. Lia pasó de estar sonriendo a

estar con una mala cara enorme. De pronto vio toda la escena siguiente.



      - Dios mío, Chris. Hoy estás increíblemente guapo.- dijo Katy.

      - Quitate de encima.- le dijo Chris.

      - ¡Vamos! Si lo estás deseando.-dijo ella tocandole por todo el cuerpo.

      - ¡He dicho que te quites!.- cogió a Katy y la tiró al suelo. A lo que Chris continuó mientras se         levantaba- Quiero a otra.



Lia se sorprendió por lo que le había hecho Chris a Katy y sintió alivio. Chris se acercó a Lia, la cogió de la mano y la subió a una de las

habitaciones.


Cuando Chris cerró la puerta, Lia le dijo.


     - Me ha sorprendido mucho lo que le has hecho a Katy.

     - Es normal. Esa chica es una zorra de pies a cabeza.

     - Tienes razón. Oye, ¿de qué querías hablar?

Chris dudó por un momento, suspiró y ya dijo.


     - Es difícil de expresar. No sé por donde empezar.

     - Por el principio, claro.

     - Vale. Hay una chica que conozco desde que era pequeño, más bien desde la guardería. Siempre hemos ido           juntos y hace unos años

empecé a sentir cosas por ella y... Ahora la quiero. Quiero pedirle salir pero        no quiero perderla como amiga. No sé que hacer.

     - Lo primero, olvídate de su amistad y pídele salir. Si ella siente lo mismo no tienes porque perderla.        Pero si por el contrario, ella no siente

nada y la pierdes, busca a otra que te merezca porque tú te        mereces a alguien que te quiera.

     - Lia... Eres tú.

     - ¿Qué?- se sorprendió justo antes de que se le cayeran las lágrimas.

     - Eres tú. Te quiero desde que empezamos el instituto. He soñado contigo todos los días estos últimos        tres años y no sabía como decirtelo.

¿Quieres salir conmigo?

     - Pero... ¿Lo dices enserio?- dijo Lia con lágrimas asomando por sus ojos.

     - Completamente. Lia... Si fuera broma, sabes perfectamente que no lo haría. Sabes que no soy así. ¿Qué me        dices?

     - Claro que quiero. Te quiero desde hace tres años.- Se abalanzó hacia él y le besó.



Chris la tumbó en la cama, tocandole por todo el cuerpo, besandole por el cuello mientras bajaba una mano hacia el clítoris de Lia. Ella le apartó

a un lado dela cama para poder quitarse la ropa al mismo tiempo que él. Lia fue bajando la cabeza, dejando un reguero de besos a su paso,

hacia la entrepierna de él. Agarró el pene de él duro y recto, empezó  a subir y bajar la mano y a jugar con él en su boca. Al rato, Chris la paró, se

incorporó y se abalanzó sobre ella para poder penetrarla. La amaba y deseaba tanto como deseaba perderse dentro de ella y recorrer el

laberinto de su cuerpo. Mientras Chris la embestía una y otra vez, Lia se aferró a su cuerpo, tocandole y arañandole en la espalda. Chris dejó de

besarla en la boza, clavó su mirada en los ojos de ella y le dijo.


     - Te amo, Lia. Te amo con toda mi alma.

Lia dejó escapar una lágrima, le agarró del pelo y lo atrajo hacia ella para besarle fuerte y apasionadamente.



Abajo, en la fiesta. Rachel cogió a Janece y le dijo algo al oído. Después se separaron y fueron a buscar a Eric, Tc, Kyle, Drew, Tom, Yu y Bill. A

todos le dijeron la misma frase: <<Sube a la habitación y espérame allí>. Estas chicas tramaban algo.


Janece cogió a Mickaela, le contó lo que estaban planeando y Mickaela también quiso participar.



Cuando ya todos los chicos estaban en la habitación contigua a la que estaban Lia y Chris, entraron Janece, Rachel y Mickaela. Bill habló.


     - ¿Qué está pasando aqui, Janece?

     - Tranquilo, Bill.- dijo Janece con voz seductora.- pronto lo sabréis.



Las chicas empezaron a pasearse entre los chicos, tocandoles y besandoles por todo el cuerpo. Se quitaron todos la ropa y empezó la orgía. Eric,

Tom y Yu empezaron a tocar a Rachel, Tc y Kyle le lamieron el clítoris y los pezones a Mickaela y Janece  jugó con los penes de Bill y Drew con su

boca para después las chicas ser penetradas por esos dioses del sexo. Las chicas gimieron y gritaron a cada embestida que recibían mientras

chupaban los penes de los que aún no las podían penetrar. Al acabar, los chicos se corrieron en las bocas de Janece, Rachel y Mickaela que se

tragaron todo el semen que les había caído dentro.

Poco después hubo una pequeña discusión entre Beth y Dean.

   - ¡Te odio, Dean! Pasas de todo el mundo y no te enteras si alguien está enamorada de ti.- dijo Beth muy      enfadada.
   - ¿Cómo? Yo no paso de todo el mundo. Ni que tú estuvieras enamorada de mi.
   - ¡Pues si! Lo estoy. ¿y sabes qué? Me da igual que lo sepas. Ya me he cansado de ocultarlo.

Beth siguió gritándole y recordándole mas cosas. Dean se cansó y a lo que iba a contestarle Zack cogió un micro, lo puso en el pié y habló.

   - Como todos sabemos y conocemos, tenemos un gran grupo en nuestro instituto y en nuestra clase. Tengo el      placer de presentaros a

¡Reapers Of The Dead!

Todos gritaron y aplaudieron al saber que iba a tocar el mejor grupo del instituto.

Rachel y Charlie cogieron sus guitarras y se las colgaron al hombro, Sam cogió el bajo e imitó a Rachel y a Charlie, Dean, no respondió a Beth y se

sentó en la batería. Empezaron a tocar unos acordes mientras Lia subía al escenario donde Cloud estaba con su mesa de mezclas, cogió el micro

y empezaron a tocar algunos temas.

Mientras Lia cantaba, de vez en cuando miraba a Chris y le guiñaba un ojo. Lia quiso cantar una canción y anunció.

    - Ésta canción la quiero dedicar a la persona que ha estado a mi lado desde hace muchos años. La canción       es del grupo Tokio Hotel y su

título es "Ich Liebe Dich" que significa "Te Quiero".

Mientras Reapers Of The Dead tocaban esta canción, todas las parejas se besaban y se decían lo mucho que se querían. Jacob a Ashley; Leonard

a Angy; Bill a Janece. Chris formó un corazón con sus manos y lo dirigió hacia la vista de Lia. Y ella le devolvió el gesto. Al terminar la canción,

Lia bajó del escenario de un salto, fue hacia Chris, se abalanzó sobre él y le besó.

Por otro lado, Greg, Eric, Drew y Salva, estaban en un rincón sentados en un sofá fumando porros. Greg sacó las bolsitas de drogas y

empezaron a colocarse menos Salva que enseguida se fue.

Dean se acercó a Greg y le dijo:

   - ¿Nos divertimos un rato?
   - Por mi perfecto.- contestó Greg algo colocado.

Dean le dijo cosas a Greg mientras se apartaban del grupo.

En ese instante, Jesse se acercó al grupo de porretas y se puso a esnifar sin conocimiento. Como no le avisaron de que no mezclara, mezcló.


Dean se acercó a Elisabeth y la invitó a bailar, lo mismo hizo Greg con Katy. Al rato Dean le dice a Elisabet que si le apetece estar más tranquilos.

Subieron por una de las dos escaleras y estaban todas las habitaciones ocupadas menos la de en medio ya que había siete habitaciones en la

zona de arriba y todas tenían un condón en sus puertas menos en esa y se encontraron tanto Greg como Dean en la de en medio:


   - ¡Empieza a irte por donde has venido que esta habitación me la quedo yo!- dijo Greg casi gritando.

   - Más quisieras. He llegado yo primero.- dijo Dean con tono firme.

Mientras los chicos discutían, Katy y Elisabeth se echaron una mirada de complicidad y dijeron al unísono:

   - Nosotras podemos compartir.


En ese momento ellas entraban a la habitación. Ellos se chocaron la mano y entraron sonriendo.

Por otro lado Drew, cansado por la orgía, descansaba en la habitación. Lex, al ver que Drew no salía, fue a buscarlo. Al verlo tirado en la cama

se puso encima para despertarlo pensando que algo malo pasaba y Drew, pensando que querían repetir, empezó a desnudar a Lex y Lex se dejó.

Mientras Lex le quitaba los pantalones a Drew, bajaba sus manos y boca lentamente hacia su polla. Durante la mamada, Drew le dió la vuelta y

empezó a darle por el culo.


Lex estaba en el paraíso y Drew no se daba cuenta de lo que estaba haciendo, solo sabía que estaba follando.

Lex se dió la vuelta, Drew se le corrió en la boca. Cuando Lex se levantó relamiendose y se empezó a vestir, Drew se dió cuenta de lo que había

pasado y que se había tirado a un tio. Se asustó y salió corriendo ante la perplegidad de Lex y Drew se fue de la fiesta.

En esos momentos, Jesse se quedó solo en el rincón donde estaban todos colocandose esnifando todavía más. Apareció Uriel con una botella de

whisky en la mano, se sentó a su lado y siguió bebiendo mientras Jesse continuó esnifando la mezcla de crack, cocaína y heroína.

Al poco tiempo de estar en la fiesta, Leire estaba hablando con James.


   - Esta fiesta me está aburriendo, me voy a ir a mi casa.- dijo Leire.

   - Tampoco es para tanto. Si quieres te acompaño.- dijo James.

   - Está bien.


Se fueron de la fiesta camino a casa de Leire y una vez allí.


   - Bueno, James. Ahora que estamos solos podríamos divertirnos un poco tú y yo.

   - ¿Qué quieres decir con eso?- preguntó él algo extrañado.


Leire se acercó a James lentamente, le rodeó el cuello con sus brazos y le besó. James no se apartó, siguió besandola rodeando la cintura de la

chica. Empezaron a quitarse la ropa y a tocarse. Leire agarró el pene de James que estaba duro y empezó a chupar. James se tumbó en el sofá

mientras Leire le chupaba el pene y él le hizo unos dedos. Al rato, Leire se puso encima de él para que la penetrara. Ella subía y bajaba, el estaba

disfrutando como un niño cuando le regalan un juguete nuevo. Los dos llegaron al orgasmo a la vez.

Volviendo a la fiesta. Cloud habló con Lia.


   - Se me ha acabado el repertorio. ¿Qué hago?- dijo Cloud muy nervioso.

   - Tranquilo. Descansa que te vendrá bien y ya nos ponemos a actuar nosotros.- dijo Lia con una sonrisa.


Lia cogió el micro y llamó al resto de componentes de Reapers Of The Dead y subieron todos menos Dean. Al segundo se empezaron a escuchar

gritos y gemidos de dos chicas distintas. Todas las personas que estaban en la fiesta se quedaron en silencio y pararon la música para escuchar

mejor.


Mientras tanto, Dean y Greg, que estaban arriba, comiendoles el coño a Elisabeth y a Katy respectivamente, ellas gritaban de placer tan alto que

se oía abajo. Ellas acabaron corriendose y empapando toda la cama y las caras de Dean y Greg.

En ese instante Dean y Greg las cogieron dela cintura y las besaron. Ellas se miraron mutuamente y haciendo un gesto de complicidad cogieron

del pelo a los chicos y les volvieron a bajar la cabeza hacia sus entrepiernas mientras decían a la vez:


   - ¿Qué haceis? Todavía no habeis acabado.

Los chicos, con la boca húmeda y cansada, volvieron a comerles el coño hasta que se volvieron a correr y seguían gritando aún más fuerte de

placer. Ellos ya cansados, les dieron la vuelta bruscamente y dijeron:


   - Ahora nos toca a nosotros.


Y se la metieron hasta que se corrieron. Pasado un buen rato, bajaron cada uno por una escalera. Entre tanto aplauso y obación se escuchaba:


   - ¡Qué se os oía desde aquí!- dijo alguien

   - ¡Qué cabrones!- dijo otro.

   - ¡Los putos amos!- dijo Salva.


Lia, con micro en mano, recriminó:

   - ¡Ya era hora! Os habreis quedado a gusto ¿no?

   - ¡Lo mismo digo!-respondió Dean mirando a Chris que a su vez se quedó rojo de vergüenza.


Entonces Beth, llena de celos, subió las escaleras y le dió una tremenda bofetada a Dean que le giró la cara ante el asombro de los demás.

Dean esperó unos segundos hasta que se acercó a la oreja de ella mientras se le iluminaba poco a poco la mirada a la chica:


   - ¡Qué no me gustas!- dijo Dean gritando para que todos los presentes le escucharan.


Beth, humillada, bajó las escaleras y cogió a Kevin de la mano. Lo subió arriba ante la atónita mirada de todos y lo metió a una habitación.

Por otro lado, Elisabeth cogió por banda a Katy:


   - Aunque haya pasado esto sigues siendo una zorra y jamás seremos amigas.- y con cara de orgullosa se dió media vuelta y se fue.


Cuando ya se hizo la hora de terminar la fiesta, los que, más o menos, no les había afectado el alcohol o no habían bebido, acompañaron a los

afectados en exceso a sus respectivas casas. Chris acompañó a Lia a su casa y como Mary, la madre de ella, estaba despierta le dijo a Chris que

se quedara a dormir. Lia y Chris durmieron juntos, abrazados el uno al otro.


A la mañana siguiente, sonó el móvil de Lia. Era Beck. <<¿Qué querrá?>> pensó Lia. Contestó.


   - Ya puede ser importante.- dijo con voz dormida.

   - Es Jesse.- se quebró la voz de Beck.- Ha muerto.

   - ¿Qué?- se levantó de golpe; tan deprisa que despertó a Chris.- ¿Qué ha pasado?

   - Sobredosis. De crack, herína y cocaína.

   - Luego te llamo Beck.- Colgó y miró a Chris.

   - ¿Qué ocurre?- dijo él asustado.

   - Jesse... ha...- Lia no udo terminar y se echó a llorar en los brazos de Chris.

De repente sonó el móvil de Chris.


   - ¿Qué pasa Lazard? contestó Chris.

   - Uriel está en coma. Anoche se pasó bebiendo.

   - Al parecer hoy es el día de las malas noticias.- dijo Chris con ironía.

   - ¿Por qué?- preguntó Lazard intrigado.

   - ¿No te has enterado de lo de Jesse?

   - No. ¿Ha pasado algo?

   - Te lo cuento luego Lazard.- colgó y se lo contó a Lia.


A los pocos segundos Lia recibió un mensaje de texto al móvil.
Era de Kevin sobre Beth.






CONTINUARÁ....


AMOR TOXICO

Una mañana cálida con un sol que abrasaría al más pintado, en su cama se halló una chica morena
con el pelo corto llamada Lia, sus ojos oscuros y adormilados se abrieron con la primera luz del día
para enfrentarse a un día repleto de emociones y cosas por hacer. Lo que no sabía era lo que iba a
suceder esa noche. Era sábado y aún tenía que planear todo el día hasta la noche. Cogió su cuaderno
de notas donde siempre anotaba lo que debía hacer y lo que no, así  apuntó todo lo necesario. Cuando
se hizo la tarde llamó a sus amigos para pasar la última noche con ellos antes de iniciar su nuevo trabajo
con su padre. Estuvieron toda la tarde en su casa viendo películas, comiendo palomitas, chucerías y haciendo
bromas para que la tarde fuera lo más divertida posible. Cuando por fin se hizo la noche en Las Vegas,
Lia no tardó ni un minuto en proponerles a sus amigos:

   -¿Y si salimos esta noche y cerramos unos cuantos pubs?

a sus amigos les encantó la idea y no tardaron nada en levantarse de sus respectivos asientos y se encaminaron
hacia la puerta. En cuanto divisaron las luces del Strip se pusieron nerviosos y a decidir dónde querían entrar
primero. Les dio tiempo de entrar en unos seis pubs y en el último pasó algo que ninguno de los chicos hubiera
imaginado en su vida.


Lia se dirigió a sus amigos y les pregunto que querían tomar y ellos le dijeron lo que querían.
Ella se acercó a la barra, saludó a Alek, el camareor, e hizo el pedido. Un hombre que estaba solo, a su lado en la barra,
se dirigió hacia ella y le dijo:

    - ¿No eres demasiado jóven para estar en un sitio así a estas horas de la noche?

    - ¿Y tú no eres demasiado mayor para vigilar lo que hace una chica como yo en un sitio como este? - dijo ella con tono irritado
y un poco de ironía.

El hombre la estudió con la mirada. <<No podría tener más de 18 años>>, pensó. Pero para la edad que debería tener
y aparentar, la chica era preciosa. Él se presentó estendiéndole la mano:

    - Soy Greg. ¿Tu nombre es tan bonito como tu cara?

Lia se estremeció y notó como se le encendían las mejillas y se sonrojaba.

    - Soy Lia -. Le estrechó la mano.- Por la pregunta que me has hecho cuando he llegado... ¿Qué edad crees que tengo?

Greg la volvió a examinar de arriba a abajo.

    - No puedes tener más de 18. ¿Y tú que edad crees que tengo?


Había acertado de lleno. Le examinó de arriba a abajo. Era rubio con el pelo corto y de punta, sus ojos de color pardo y su
cuerpo delataba que no tendría más de 27 años. Debajo de la chaqueta se podía distinguir que sus hombros eran fuertes y
su torso tan firme que daban ganas de tocarlo.

    - Por lo que veo, deduzco que debes tener unos 27 años. - dijo ella sin dejar de mirarle a los ojos, esos ojos tan cálidos como
intrigantes se clavaron como clavos en su mente. Ya no podría olvidarlos nunca.

Cuando Alek le llevó las bebidas se despidió de Greg y volvió con sus amigos.

Greg se quedó mirandola embelesado por su belleza y sintió una punzada en el pecho cuando vio que otros chicos mas jóvenes que él se
acercaban a ella mientras bailaba.

Alek, que se había dado cuenta de la situación, se acercó a Greg y con un poco de picardía le dijo:

   - Inténtalo. No tienes nada que perder.

A Greg se le hizo un nudo en la garganta, dudó un momento, se levantó de la banqueta y fué hacia ella. Hizo un gesto a los chicos
y no tardaron en alejarse. Se puso a bailar con ella. Ella empezó a coquetear de la forma más sensual que sabía e hizo que él perdiera
la cabeza.
La paró, le agarró suavemente de la cara con ambas manos y la besó. Lia no se pudo apartar, no tenía fuerzas suficientes ni quería que parase.
Cuando sus bocas se separaron, se lo dijeron todo con la mirada. Lia se despidió de sus amigos y salió del local detrás de Greg que la llevó
a su casa.


Su beso la había dejado tan excitada que quería más, necesitaba sentir algo más que su lengua dentro de su boca. Necesitaba sentirle dentro
de ella.

Una vez en casa de Greg, Lia no pudo esperar ni un minuto más y se abalanzo hacia él. Le rodeó el cuello con sus brazos y le besó.
Él rodeó su cintura con sus brazos y acarició la suave espalda de la chica mientras la llevaba a su habitación y se quitaban la ropa
por el camino. Una vez en la habitación, la tumbó en la cama y se puso encima de ella sin dejar de besarla. Acarició sus pechos
mientras bajaba la cabeza hacia ellos, mientras dejaba a su paso besos ardientes de pasión. Le lamió y succionó los pezones con
tanta delicadeza y ternura que hizo que ella gimiera de placer y estremecerse.

Lia le empujó hacia un lado y al momento se puso encima de Greg estudiando su torso con sus manos sin dejar de besarle y
frotarse contra su cuerpo. Él echó la cabeza hacia atrás y dejó que le besara el cuello y mordisqueara su oreja.
La echó a un lado abriendose paso con las caderas entre los muslos, bajó una mano y acarició si clítoris con la yema de sus dedos pero no tardó en introducir la la punta de su miembro en ella poco a poco para no haverle daño. Ella gimió de placer. Mientras él la embestía una y otra vez, ella se aferró a su cuerpo y le acarició su espalda, grande, fuerte y firme. No quería que parara.

Casi alcanzan la locura con el placer que recibían el uno del otro hasta que al final los dos llegaron al orgasmo al unísono.

Cuando sus cuerpos se separaron, ella estaba tan exhausta que enseuida se quedó dormida. Greg se quedó un rato acariciandole la cabeza observando su belleza mientras ella dormía y al poco tiempo se quedó dormido.



A la mañana siguiente, Lia se despertó sola en esa cama tan grande. En la mesita de noche vio una nota que ponía:


                                                 Anoche lo pasé muy bien pero
                                                 he tenido que ir a trabajar.
                                                 Te he dejado algo para que
                                                 desayunes, las llaves y mi
                                                 número guardado en la
                                                 memoria de tu móvil. Que
                                                 pases un buen día.

                                                                     Greg

A Lia se le dibujó una pequeña sonrisa tímida en la cara, eso quería decir que quería volver a verla. Su sonrisa desapareció cuando sonó su móvil. Su padre la estaba llamando porque llegaba tarde, contestó la llamada, le dijo que enseguida estaría allí, se vistió mientras comía algo rápido, se arregló el pelo, cogió las llaves y se encaminó hacia el laboratorio en su primer día como CSI.


Al llegar vio a su padre y se dirigió hacia él. Un hombre alto, fuerte, de espalda ancha, con canas en el pelo y la barba ambos oscuros y sus ojos claros detrás de unas pequeñas gafas. Le recibió con los brazos abuertos, su nombre: Gill Grissom.
Le acompañó a su puesto de trabajo y por el camino se encontró con el equipo de su padre, los conocía a todos desde que era pequeña y le dieron la bienvenida con los brazos abiertos uno por uno.

Una mujer alta, rubia, delgada y con las curvas bien marcadas se acercó a Lia con una gran sonrisa, sus ojos claros y brillantes desprendían confianza. Así era Catherine.

Luego se acercó a WArrick, un hombre negro muy alto con la espalda ancha y un torso tan fuerte y firme que parecía un guardaespaldas.

Nick, por el contrario, tenía el pelo muy corto y negro. Sos ojos eran de un azúl precioso y su sonrisa delataba lo mucho que se alegraba de verla.

El capitán Jim brass, que pasaba por allí, se acercó al ver a tanta gente reunida. Era un hombre pequeño y ancho de huesos, moreno y sus ojos eran oscuros y pequeños.

   - ¡Hola Jim! - dijo Lia dandole un gran abrazo.
   - ¡Hola Lia! ¡Cuánto tiempo sin verte! - Le contestó Jim.
   - Sí, ha pasado mucho tiempo, pero nunca me olvidé de vosotros.
   - Aún recuerdo cuando me llamabas "tio Jim".

Todos empezaron a reír a carcajadas

Apareció Sara y Lia se abalanzó hacia ella para darle un gran abrazo. Sara era alta, delgada, con las curvas bien marcadas, morena, el pelo le llegaba hasta los hombros y sus ojos eran de un marrón claro precioso. Lia sabía perfectamente que entre Sara y su padre había algo, aunque no se lo hubieran dicho, le daba igual; Lia sentía mucho cariño por esa mujer y le dedicó su mejor sonrisa.

Grissom acompañó a Lia por los pasillos del laboratorio mientras le daba instrucciones de lo que debía hacer y lo que no. Al momento, tuvieron que hacer una parada para mostrarle unos papeles y por detrás se escuchó:

   - Grissom.
   - ¿Sí? - dijeron Lia y su padre al unísono.

¡Era Greg! Se quedaronlos dos con los ojos muy abiertos. Greg volvió de su ensimismamiento y recordó lo que le tenía que decir sobre el caso que estaban llevando.

   - He comparado el ADN que había en la copa de vino con el d la víctima y coincide - dijo Greg
   - Está bien, Greg. - dijo Grissom y continuó - Te presento a mi hija Lia. Va a trabajar con nosotros. Bueno, hasta que se acostumbre trabajará      contigo. Enseñale todo esto, yo tengo que ir a hacer unas cosas.


Greg llevó a Lia al vestuario, miró dentro por si había alguien y la hizo entrar, cerró la puerta tras él y le preguntó:

   - ¿Por qué no me dijiste que tu padre era Grissom?
   - ¿y tú? ¿Por qué no me dijiste que mi padre es tu jefe?
   - Jaque mate.
   - De momento no podemos dejar que nadie sepa lo que pasó anoche o nos pondran en turnos distintos - continuó Greg.
   - Estoy de acuerdo.

Se acercó a Lia y la abrazó, después la besó. Lia recordó la noche anterior y la nota de esa mañana que él le había dejado y le devolvió las llaves. Salieron del vestuario y se pusieron a trabajar.

Durante el tiempo que llevaban trabajando, de lo único que hablaron fue de las pruebas del caso. Cuando Lia decía que algo era increíble, Greg le contestaba algo como <<igual que tú>> y cosas así, pero ella hacía caso omiso.

Levaron el líquido de la copa de vino a tóxicos y le pidieron a Henry que buscara algún indicio de que pudieran haberle metido algo.

El forense les llamó y les dijo que en el estómago había descubierto pasta de dientes. Llevaron una muestra a Hodges e hicieron un experimento que consistía en ver el volumen de masa de la pasta de dientes que cabía dentro. Al rato, Hoges les interrumpió porque la pasta encontrada en la víctima llevaba agentes blanqueadores, los que estaban utilizando no.

Cuando Grissom volvió les mandó ir a procesar el escenario del crimen. Al llegar, Catherine, que les estaba esperando, les dio instrucciones sobre lo que tenían que buscar. Miraron en los contenedores, y en el de la vecina de al lado encontraron dos botes de pasta de dientes envueltos en papel de periódico, los botes que había usado en la víctima.

Se reunieron todos para hablar del caso. Greg dijo:

   - Yo creo que ha sido el marido de la víctima e intentó que pareciera un suicidio.
   - Demasiado obvio - dijo Lia - cre que la mujer se tragó los dos botes de pasta de dientes, mezcló unas pastillas con el vino, se esposó a la cama y    murió entre graves combulsiones pero no sin antes haberle puesto la llave de las esposas al amrido en algún bolsillo para inculparle.

Catherine y Warrick estaban de acuerdo con ella, Grissom y Nick con Greg.

Al terminar la reunión, Greg pilló por banda a Lia haciendo que se quedaran solos para que nadie les escuchara y le dijo:

   - ¿Qué te parece si hacemos una apuesta?
   - Hmmm... ¿Qué tipo de apuesta? - dijo ella.
   - Si fue, como bien tú dices, un suicidio, pago yo una cena y cine. Pero si por el contrario fuera un homicidio lo pagas tú.
   - Acepto.

Ambos fueron a comprobar sus teorías. Lia le pidió a Wendy que comparara las huellas encontradas con las de la víctima y Greg buscó pruebas para comprobar que fue el marido.

Al final Lia tenía razón. La víctima se suicido porque no agantaba a su marido y quería inculparle haciendo creer que fue un homicidio. Se tragó los botes de pasta de dientes, se bebió la copa de vino con las pastillas, le puso la llave de las esposas al marido en un bolsillo de su camisa, se esposó en la cama y murió de sobredosis.
Lia se ganó la apuesta. Todos le dieron la enhorabuena por haber resuelto su primer caso y le preguntaron:

   - Vamos a celebrarlo ¿te apuntas? - dijo Nick.
   - No, gracias, otro día. Greg acaba de perder una apuesta y quiero restregárselo. - contestó rápidamente.
   - ¡A ver qué hacemos, eh! - dijo Warrick.

Grissom miró a Greg y a Lia preocupado y Lia enseguida habló:

   - Tranquilo, papá. Sólo será ir al cine y a cenar.
   - Está bien.

Primero fueron al cine y después a cenar. Al terminar de cenar como no sabían qué hacer, Greg enseguida dijo:

   - ¿Repetimos?
   - Vale. - Lia sonrió.

Se encaminaron a casa de Greg y una vez allí se abrazaron y besaron; se desnudaron y fueron a la habitación.

Él le acarició el clítoris mientras ella hacía lo mismo con su miembro mientras le besaba el cuello. Se introdujo en ella, deseaba volver a repetir ese momento, la deseaba a ella tanto como ella a él. Lia se aferró a su cuerpo y le arañó la espalda.

  -No pares, por favor.- dijo ella jadeando

Greg la miró a los ojos
  - No pares nunca.- terminó.

Siguió penetrándola una y otra, y otra vez más. Cada embestida era una tortura para ambos pues los dos querían lo mismo el uno del otro.

Al acabar, los dos se quedaron mirando; sabían que no podían vivir el uno sin el otro; entonces Lia habló:

  - Puedes hacerlo.
  - ¿Cómo?
  - Teniendo una relación seria los dos. ¿Qué me dices?
  - Por mi encantada. - Lia le besó.

A los cinco meses se lo dijeron a Grissom y les dio su aprobación para vivir juntos. Al momento apareció Eckly:

  - Greg, Lia. Teneis trabajo.

La pareja se miró y sonrió y fueron al nuevo escenario del crimen.





                        CONTINUARÁ...